A LOS LIBERTINOS:“A vosotros, voluptuosos de todas las edades y de todos los sexos, sólo a vosotros ofrezco este libro: nutrios de sus principios, que favorezcan vuestras pasiones; pasiones con las que fríos y ramplones moralistas, os espantan.......”
Con esta dedicatoria empieza El Marqués de Sade su obra La Filosofía del Tocador, escrita hace 210 años, en ella narra como una experimentada señora acompañada de su hermano y un amigo instruyen a una tierna jovencita en los lúbricos placeres de la carne, esto lo describo a muy breves rasgos, pues los detalles de la obra ciertamente son mucho más creativos, crudos y sin duda alguna despiertan la imaginación del lector, ¿eso era erotismo?, ¿en qué se diferencia de la pornografía?.
El cuerpo humano es una gran obra atribuible a siglos y siglos de evolución, lógicamente merece respeto, pero ¿quién puede determinar que es respeto?, bajo que estándares puedo saber si exploto mi cuerpo o lo mantengo “puro”.
Desde siempre los cuerpos independientemente de su forma, han despertado las más diversas pasiones, emociones, sentimientos y acciones. Pero quien es responsable de esto, ¿un fotógrafo libidinoso?, ¿un cineasta “cochino”?, ¿o un publicista que ve en la figura humana, la mejor manera de vender un “X” producto?.¿ o nosotros que al ver en una revista a una señorita de cuervas pronunciadas tenemos la urgente necesidad de comprarla?
Partiendo del hecho de que vivimos en un mundo totalmente mediatizado, en el cual estamos sometidos constantemente a un bombardeo de imágenes, que nos venden desde la Biblia hasta sexo, debemos considerar que el cuerpo tanto masculino como femenino es ya una herramienta de comercio, una imagen dice mas que mil palabras, una imagen con contenido sexual mucho más que eso.
Es importante que comprendamos los límites, la pornografía versus el erotismo, basta leer definiciones de enciclopedia para identificar las diferencias, pero en la práctica resulta un poco más complicado, ya que es muy subjetivo y depende siempre de cómo se lo mire.
Erotismo: Designa las manifestaciones ligadas a la sensualidad y al goce obtenido de la unión afectiva con otro ser, unión que incluye, además del posible contacto sexual, todas aquellas imágenes, momentos compartidos y fantasías que acrecientan y acentúan la atracción.
Pornografía: Se suele definir como la "descripción o exhibición explícita de actividad sexual en literatura, cine y fotografía, entre otros medios de comunicación, con el fin de estimular el deseo instintivo del contacto más que sensaciones estéticas o emocionales".
Podría resumirse en que la pornografía es puramente gráfica, explicita y tiene como objetivo estimular físicamente a su público, por otro lado el erotismo puede poseer una carga similar de sexo pero expuesta de una manera más estética que gráfica, es decir el contenido es implícito, y aunque puede estimular físicamente a un espectador, también lo hará mentalmente, haciendo tal vez que su imaginación le muestre lo que no lo hacen las imágenes o las palabras.
Por que nos atrae tanto el sexo, según el psicólogo Mario Alemán, la causa es simple, el instinto, los seres humanos nacemos con varios instintos y es justamente el sexual uno de los mas desarrollados, es por eso que cuando una imagen, texto o sonido lo estimula el resultado es simplemente que queremos mas de aquello, otra causa es que todo lo relacionado con el sexo ha sido considerado siempre como un tema tabú. No es que en la antigüedad los instintos sexuales eran distintos a los actuales, la diferencia radica en que ahora existe una mínima represión, por ello toda expresión erótica puede llevarse a cabo de una manera mas libre. Esto hace inevitable que toquemos el tema de la censura, que en nuestro medio es prácticamente nula, el carácter y la personalidad de un hombre o mujer es el resultado de la suma de las vivencias que atravesó hasta mas o menos los ocho años de edad, si un niño o niña observa en la televisión o en una revista imágenes pornográficas o eróticas que no puede interpretar, toda esa información va a ser mal encaminada provocándole incluso traumas, estos no necesariamente se presentan en la niñez sino que pueden mantenerse latentes y explotar ya en la edad adulta.
La censura en nuestros medios de comunicación, lamentablemente esta en pañales, por ende, es un deber de padres y madres no permitir que sus hijos tengan acceso a programas o a material de contenido para adultos, y si ellos lo hicieren es indispensable que dicho contenido sea interpretado correctamente por el menor, claro esta bajo la guía de un adulto.
